Hoy despedimos a un amigo y nace una leyenda
Siendo muy joven me hice voluntario de la Cruz Roja sin saber
exactamente qué era, qué hacía y menos cómo impactaría mi vida o la de
las demás personas; al cabo de los años tuve la oportunidad de ir a un
curso en Panamá y conocer a un personaje, el Comandante Alemán, duro y
sabio Instructor, pero con una sonrisa en la boca lo que me parecía
contradictorio pues mostraba ser duro. Pasaron los años, y al ser Jefe
Nacional de Socorristas en Costa Rica nuevamente le volví a ver pues
Jorge era el Coordinador de Socorrismo de la Sub Región 1 de América,
para ser sincero al principio me pareció un poco prepotente y arrogante,
pero, cuando lo conocí de verdad pude ver lo noble, amable y dedicado
que era, un gran amigo, fiel servidor de todos a los que él pudiera
ayudar, siempre con la sonrisa que le caracterizaba.
Incluso,
con sus propios recursos financió equipo, alimentación y logística de
algunos cursos; siempre dejando a su Sociedad Nacional y a su país muy
en alto. Panamá fue pionero en supervivencia y rescate, por muchos años
se llevó los premios siempre liderado por Jorge.
Con el tiempo
nos distanciamos y el destino nos unió en el 2008 una época difícil para
él y su familia por haber perdido a su esposa, suegra e hijo; entonces
le pedí que nos apoyara con el Proyecto LARRA como Coordinador, aunque
su dolor era grande siempre lo escuchaba hablar de la esperanza, de las
cosas buenas de la vida de la felicidad, la familia y de su Cruz Roja
que literalmente tenía estampada en el corazón. Trabajamos sumamente
duro con un excelente equipo de personas para sacar adelante la
ambiciosa tarea de un proyecto que no fuera de emergencia, en lo que
relativamente la Cruz Roja Panameña era nueva ya que eran 3 años de
financiamiento, Jorge dedicó alma vida y corazón, se actualizó en
conocimientos, en tecnología y en vez de cuerdas y mochila llevaba
libros, papeles y computadora, a capacitar como él decía “a mi gente”,
hablaba de los voluntarios y voluntarias sin importar de que sección
(socorrismo, Damas Voluntarias, juventud o Directivos), luego lo veías
en la comunidad hablando, capacitando y ¡cómo lo querían y aceptaban!,
nunca se quejaba del trabajo, aunque me parece estarlo viendo cuando me
decía “ es duro, pero sabes Roberto, yo hago esto porque me distrae,
esto es lo que me gusta!”; fortalecimos la amistad de tal manera que con
los años se convirtió en un abuelo simbólico para mis hijos,
especialmente en la gira a Alto Ortiga, hasta lloramos juntos varias
veces, pude entender porqué siempre sonreía, lloramos porque justo el 1
de diciembre del 2008 perdí a mi Mamá y cada uno contaba su historia
hasta que supe que él sonreía porque le daba gracias a Dios todos los
días por lo que tenía, sus hijos, su familia, su padre, su madre, porque
podía hacer lo que le gustaba, no era de los que figuraba en un puesto,
literalmente se sudaba la camiseta, fines de semana, tarde en la noche,
donde fuera en el país a la hora que fuera, en emergencia o simplemente
porque alguien necesitaba cualquier apoyo ahí estaba Jorge Alemán, ni
que decir con las visitas, hermanos de otras naciones, sus colegas
Coordinadores de LARRA de Costa Rica y El Salvador, o cualquier otro se
desvivía para que se llevaran la mejor impresión de su Sociedad Nacional
y su País.
Hablando recordaba que había sacrificado muchas
cosas en su vida, momentos especiales con sus hijos, los últimos
momentos con su esposa, tiempo con sus padres y muchas otras cosas, pero
él decía “ algún día entenderán porqué lo hago”, hoy creo que el
mensaje es más que claro, lo último que sacrificó fue su vida, pero
antes dio la voz para que sus compañeros se salvaran. Estamos en la Cruz
Roja porque somos diferentes, nos preocupamos por las personas,
servimos con amor, pero el un amor puro, un amor verdadero, un amor que
entrega su vida por los demás, por una causa justa, por hacer de este
mundo algo mejor, por eso debemos seguir el ejemplo de vida y legado que
Jorge nos dejó que lo resumo con una frase que escuché hace muchos años
el que no nace para servir no sirve para vivir.
Roberto Brito de la Cuesta
Noviembre 30, 2012
Que bonita dedicatoria....
ResponderEliminarSaludos desde Guatemala, don Roberto, le saluda Daniel Chuga, Esposo de Marleny Suceny Gregorio Giron. Un Gran recuerdo suyo y de su Esposa, pues aparte de una persona lista para servir, nos ayudo a unirnos con la que ahora es mi Esposa aca en Guatemala.
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